Según informaciones a las que ha tenido acceso este portal, en el día de hoy se va a proceder a acometer la nueva fase de la campaña de “restauraciones” a que se está sometiendo la parroquia burguillera, consistente en el alicatado de todos sus muros, tanto en el interior como en el exterior, y convertirse así en referente del Arte Kitsch de la arquitectura religiosa. Como se suele decir, y en este caso viene como anillo al dedo: “Que Dios nos coja confesados”.
1 comentario:
Pa rematar la faena, propongo que cojan como modelo, la fachada del Ricoligero en la calle Portugal. Que iglesia mas bonita vamos a tener.
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