- Memoria de Santo Domingo, presbítero, que, siendo canónigo de Osma, se hizo humilde ministro de la predicación en los países agitados por la herejía albigense y vivió en voluntaria pobreza, hablando siempre con Dios o acerca de Dios. Deseoso de una nueva forma de propagar la fe, fundó la Orden de Predicadores, para renovar en la Iglesia la manera apostólica de vida, y mandó a sus hermanos que se entregaran al servicio del prójimo con la oración, el estudio y el ministerio de la Palabra. Su muerte tuvo lugar en Bolonia, en Italia, el día seis de agosto.
- Santos Segundo, Carpófono, Victorino y Severiano mártires, Santos Ciríaco, Largo, Crescenciano, Memia, Juliana y Esmaragdo mártires, Martirio de San Marino, San Eusebio obispo, San Severo presbítero, San Mummolo abad, San Emiliano obispo, San Altmano obispo, San Famiano eremita, Beato Juan Felton mártir, Beato Juan Fingley presbítero y mártir, San Pablo Ke Tingzhu mártir, Beata Bonifacia Rodríguez de Castro virgen, Beata María de la Cruz (María Elena) MacKillop virgen, Beata Margarita María (María Ana Rosa) Caiani virgen, Beato Antonio Silvestre Moya presbítero y mártir, Beatas María del Niño Jesús Baldillou y Bullit y sus compañeras vírgenes y mártires, y Beato Vladimiro Laskowski presbítero y mártir.
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