Publicamos el artículo que nos remite el amigo José Rodríguez Cano.
La ciudad de Sevilla siempre le profesó devoción a la Imagen de la Virgen de Aguas Santas y así lo demuestra las peticiones que el Arzobispo y el Cabildo Catedral, e incluso su hermandad sevillana o el Cabildo Municipal de la Ciudad, realizaban para que se la trasladase hasta Sevilla y así paliar una sequía o combatir alguna epidemia.
La Virgen era llevada a Sevilla desde su Convento-Ermita hasta Villaverde del Río y desde allí tomaba el camino de Alcalá del Río y pasaba por La Rinconada.
A veces hacia parada en las parroquias de ambos pueblos, y su primer alto en Sevilla la hacía en el Antiguo Hospital de las Cinco Llagas, ofreciéndole sus primeros cultos la familia Enríquez de Ribera.
Días después cruzaba el Arco de la Macarena y por la calle San Luís llegaba a la Parroquia de San Marcos donde también se le realizaban cultos, y posteriormente en la Colegial del Salvador.
Al término recogían a la Imagen los dos Cabildos para entronizarla en el Altar Mayor de la Santa Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla. Al finalizar la Novena, o varias de ellas, era devuelta a su Ermita por el mismo camino por el que vino, ya que siempre había un acuerdo escrito del día que debía regresar, porque en algunas ocasiones quisieron quedarse con la Virgen en Sevilla.
Esto ocurría en siglos pasados. Hay ya constancia de ello desde el siglo XVI.
Hoy en día Ntra. Sra. Santa María de Aguas Santas sigue paseándose por Sevilla, no su verdadera imagen, pero si una reproducción de medida exacta que Santa María la Virgen del Santísimo Rosario de la Parroquia de San Julián, lleva en la delantera de su paso, el cual hace parada en la Iglesia de San Marcos.
Como cada tercer domingo de Octubre, Santa María del Rosario fue paseada por sus costaleros, con manto azul como el anochecer, recorriendo las calles de su feligresía, exornada de las más lindas flores.
Y como si fuera una perla de su celestial, sagrado y venerable rosario lleva también a la Patrona de Villaverde del Río.
Todo permanece en San Marcos.
La Virgen era llevada a Sevilla desde su Convento-Ermita hasta Villaverde del Río y desde allí tomaba el camino de Alcalá del Río y pasaba por La Rinconada.
A veces hacia parada en las parroquias de ambos pueblos, y su primer alto en Sevilla la hacía en el Antiguo Hospital de las Cinco Llagas, ofreciéndole sus primeros cultos la familia Enríquez de Ribera.
Días después cruzaba el Arco de la Macarena y por la calle San Luís llegaba a la Parroquia de San Marcos donde también se le realizaban cultos, y posteriormente en la Colegial del Salvador.
Al término recogían a la Imagen los dos Cabildos para entronizarla en el Altar Mayor de la Santa Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla. Al finalizar la Novena, o varias de ellas, era devuelta a su Ermita por el mismo camino por el que vino, ya que siempre había un acuerdo escrito del día que debía regresar, porque en algunas ocasiones quisieron quedarse con la Virgen en Sevilla.
Esto ocurría en siglos pasados. Hay ya constancia de ello desde el siglo XVI.
Hoy en día Ntra. Sra. Santa María de Aguas Santas sigue paseándose por Sevilla, no su verdadera imagen, pero si una reproducción de medida exacta que Santa María la Virgen del Santísimo Rosario de la Parroquia de San Julián, lleva en la delantera de su paso, el cual hace parada en la Iglesia de San Marcos.
Como cada tercer domingo de Octubre, Santa María del Rosario fue paseada por sus costaleros, con manto azul como el anochecer, recorriendo las calles de su feligresía, exornada de las más lindas flores.
Y como si fuera una perla de su celestial, sagrado y venerable rosario lleva también a la Patrona de Villaverde del Río.
Todo permanece en San Marcos.
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